El jardin nace de la necesidad del hombre de protegerse del entorno hostil, alimentarse y sanarse. Los antiguos encerraron el agua en acequias y fuentes, cultivaron plantas olorosas, comestibles y medicinales. En Reflejos, serigos sintetiza el poder vital del agua, destacando la importancia de las plantas que la almacenan y sus propiedades medicinales. Se integran al espacio acuatico la madera y la fuerza revitalizadora del agua en movimineto. imaginamos al hombre como parte del entorno natural, para solaz de su alma... dejamos al agua entonces , como responsable del impacto emocional que genere en los que nos visitan.
